Comunidad: País Vasco |
Provincia: Guipúzcoa
Municipio: Eskoriatza |
Localidad: Eskoriatza
Código: SS-034000300-ESK-PAL-IBA
Monumentos civiles: Edificios residenciales y representativos: palacios, casas, villas romanas, alquerías musulmanas.
Monumentos civiles: Espacios dedicados a la conservación y exposición de elementos históricos, como museos, archivos, ex
El Palacio Ibarraundi se encuentra en la localidad de Eskoriatza, provincia de Guipúzcoa.
El Palacio Ibarraundi se construyó entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI en el solar Ibarraundia de Eskoriatza, junto al caudal del río Deba. Originariamente fue una casa torre residencia del matrimonio del Señor Sancho López de Galartza, descendiente de uno de los linajes más importantes del Valle, con Teresa Díaz de Ayala, del linaje de los Guevara de Oñati.
La casa torre original era de pequeñas dimensiones y de estructura rectangular. El acceso a la misma se realizaba a través de una puerta de arco apuntado precedida de unas escaleras. Hoy, la antigua casa torre, ha quedado integrada dentro de una estructura más grande.
Durante los siglos posteriores el solar pasó por diferentes propietarios que fueron realizando transformaciones y ampliaciones puntuales en el edificio. De este modo, durante el siglo XVII se amplía el ala este de la torre; en el siglo XVIII se crea el ingreso del ala sur con los arcos de medio punto; y en el siglo XIX el palacio se transforma una vez más para adecuarse a las necesidades propias de una explotación agropecuaria.
El aspecto de hoy día se debe a la restauración realizada durante los años 2004 y 2005. En ella se ha respetado el carácter palaciego del edificio sacando a la luz los restos testimoniales de su pasado.
Este palacio es hoy en día sede del Museo Ibarraundi. En él se exponen objetos relacionados con la etnografía, prehistoria e historia de Eskoriatza y la Comarca de Debagoiena.
Bien protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Eduardo Argote Fraile