La muralla del Arrabal pertenece a la Muralla urbana de Tarifa, en la provincia de Cádiz. Su perímetro se extiende abarcando aproximadamente las tres cuartas partes del recinto amurallado, al norte del Castillo de Guzmán el Bueno y de los recintos de la Almedina y de la Aljaranda.
Es el recinto más extenso y el último en ser construido: en el siglo XIII, cuando la ciudad estaba bajo control benimerí. Estaba atravesado, de oeste a este, por un arroyo, al que un rastrillo daba paso a la altura de la Puerta del Retiro. Y, superado este arroyo, abarcaba el lado norte de su vaguada hasta la siguiente elevación, asegurando así las posiciones más altas.
Son elementos de este recinto: la Puerta del Retiro, y la Torre de la Red en su lado este; la Torre del Corchuelo, el Boquete de la Cilla, la Puerta de Jerez y la Torre de San Sebastián o Torre Oscura, en su lado norte, el más elevado; la Torre de la Santísima Trinidad, el Boquete de la Alameda, y la Torre del Pósito en su lado oeste; y, en la coracha que une la Torre de Guzmán el Bueno con el Castillo de Guzmán el Bueno, la Puerta de la Coracha.
Se conserva buena parte del extenso trazado de la Muralla del Arrabal, a pesar de que en su lado este la Torre de la Red y prácticamente todo el conjunto de la Puerta del Retiro fueron demolidas a finales del siglo XIX; así como la torre que remataba la Puerta de Jerez, en su lado norte.
También fue demolido el extremo sur de su lado oeste, el colindante a la Torre de Guzmán el Bueno, siendo este punto el actual acceso al sur de la ciudad amurallada. Por otro lado, casi todo el lado norte y el lado oeste de la muralla están integrados como parte de los edificios que se le han ido adosando.
Bien protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de José Antonio Delgago López, Luis Carlos Gargallo Martínez, Ramón Sobrino Torrens