Comunidad: Aragón |
Provincia: Zaragoza
Municipio: Jarque de Moncayo |
Localidad: Jarque de Moncayo
Código: Z-CAS-527
Monumentos militares: Castillos y fortalezas medievales con funciones militares y residenciales.
En lo alto de la población se encuentran los restos de este pequeño castillo de original estructura. Construido en mampostería, sobre base de sillería en talud, sus altos muros cuentan en las esquinas con semitorreones ligeramente cónicos y poco destacados en altura, que todavía conservan sus almenas puntiagudas de fábrica mudéjar. La puerta de acceso es un arco apuntado con dovelas de piedra. Aún pueden verse los vanos y las saeteras que servían para la defensa de esta impresionante fortificación.
El Castillo de Jarque se encuentra en lo alto de la población del mismo nombre (Jarque de Moncayo), en la provincia de Zaragoza.
En 1147 ya existía Jarque y su Castillo En 1285 pertenecía a Guillén de Alcalá, defensor de la frontera de Tarazona por orden de Pedro III. Después paso a formar parte de los Luna y más tarde a los Urreas, condes de Aranda.
Castillo es de pequeñas dimensiones pero de estructura muy original. Su planta es un trapecio de 28 por 34 metros, con muros muy altos, y en las esquinas semitorreones ligeramente cónicos y poco destacados en altura, que todavía conservan sus almenas puntiagudas de fábrica mudéjar. La puerta de acceso es un arco apuntado con dovelas de piedra. Aún pueden verse los vanos y las saeteras que servían para la defensa de esta impresionante fortificación.
Construido en mampostería, sobre base de sillería en talud.
Se encuentra en estado de ruina progresiva.
Es propiedad del Ayuntamiento de Jarque.
El acceso es libre. Más información en el Ayuntamiento de Jarque, teléfono (976) 82 15 12.
Bien protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de José María Calero Bermejo, Luis Puey Vílchez, Miguel Ángel Cebrián Martínez