Comunidad: Cantabria |
Provincia: Cantabria
Municipio: Noja |
Localidad: Noja
Dirección: Plaza de la Villa
Código: S-CAS-123
Monumentos civiles: Palacios, casas, villas romanas, alquerías musulmanas.
Monumentos militares: Torres señoriales, palacios en torre y torres de fortificación.
La Torre y el Palacio de los Velasco se encuentran en la plaza de la Villa, en el barrio de Trengandín, perteneciente al término municipal de Noja, provincia de Cantabria.
La torre medieval y la casa palacio de época moderna de la familia de los Velasco y Castillo, conforman una de las principales casas señoriales de esta comarca de Cantabria. La fortaleza medieval fue remodelada en siglos posteriores, proliferando aperturas y aumentando el tamaño de los vanos.
La torre, de planta cuadrangular, cuenta en las esquinas con cuatro garitones ciegos que le dan un aspecto parecido a la torre del Infantado de Potes, y que permiten fechar el conjunto a finales del siglo XV. La torre está rematada por una moldura sustentada por modillones y un tejado a cuatro vertientes. Una portalada del siglo XVII, compuesta por dos torreones redondos y un vano adintelado, da acceso a la torre. La torre fue construida en sillarejo, excepto en las esquinas y vanos.
El palacio tiene planta en forma de U, formando dos alas con un patio en medio. Destacan la torre medieval cuadrangular, el gran patio central, los escudos del siglo XVIII en la fachada ceñidos por guerreros tenantes con las armas de los Velasco y los Castillo, y un bello reloj de sol situado encima de la puerta que une las dos alas del palacio. Su interior fue completamente destruido por un incendio en el siglo XVIII.
Actualmente es de propiedad privada.
Declarado Bien de Interés Cultural en 1992.
Bien protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Eduardo Argote Fraile, Martín Estévez Alonso