Torre de Colomera

Situación

La Torre de Colomera se levanta a 1.030 metros de altitud en el cerro más occidental de la Sierrecilla del Chopo, cerca del cortijo de El Chopo y a 2 kilómetros al norte de la localidad de Colomera, en la provincia de Granada.

Historia

La torre de Colomera es una torre atalaya de origen árabe que formaba, junto con la torre de La Peña del Yeso (Alcalá la Real, Jaén) y las desaparecidas torre de Mures o atalaya Baja (Alcalá la Real, Jaén) y torre de la Celada (Colomera, Granada), la línea de comunicación que unía Alcalá la Real con Guadix a través de Colomera e Iznalloz.

Descripción

Se trata de una torre atalaya maciza, de forma cilíndrica y planta circular de 3,75 metros de diámetro, conserva una altura de unos 5 metros y no se aprecia hueco de entrada. Se encuentra parcialmente derruida por su cara norte, pudiéndose ser esa la localización de la puerta de acceso al interior. Al sureste de la torre se encuentra la cantera de donde se extrajo la piedra para su construcción.

Materiales de construcción

Está construida con mampostería de piedras de mediano tamaño, sujetas con mortero rico en cal, formando hiladas.

Estado de conservación

Se encuentra en estado de ruina.

Protección

Fue inscrita en el Registro General de BIC el 22 de junio de 1993.

Bien protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).

Libros y publicaciones

• Sistema de vigilancia y control del Reino Nazarí de Granada, Manuel Argüelles Márquez, (Pg. 84).
• Torres atalayas entre Alcalá La Real y el Reino Nazarí de Granada, Mariano Martín García y José Mª Martín Civantos, (Pg. 494).

Fuentes y webs de interés

• Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico

Monumentos próximos

• Pósito del Pan (Moclín)
• Torre de la Porqueriza (Tózar)
• Castillo de Colomera
• Castillo de Moclín (Moclín)

MonumentalNet agradece la colaboración de Marino Aguilera Peñalver, Luis Puey Vílchez