La muralla ciclópea de Pardos se encuentra en el despoblado del mismo nombre, en el término municipal de Abanto, comarca de Calatayud, provincia de Zaragoza. Se puede acceder a Pardos por pistas de tierra desde Acered, Cubel y Abanto, a cuyo término municipal pertenece.
La construcción de la muralla ciclópea y foso de Pardos se atribuye a tribus celtíberas (Titos, Belos ...). En la Edad Media, la fortaleza fue reutilizada y reconstruida por los musulmanes, a quienes se atribuyen los dos torreones cuyas ruinas aún subsisten.
El poblado y la fortaleza se situaban en el extremo del escarpado espolón, cuya forma se aproxima a la de un triángulo alargado con dirección noroeste-sureste.
Desde su estratégica ubicación en el desfiladero, en la falda de un alargado cerro calizo, la fortaleza vigilaba un antiguo camino que atravesaba la Sierra de Pardos, controlando el paso entre el valle del Jiloca y la cuenca del Piedra.
El despoblado de Pardos fue abandonado entre las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo XX.
La fortaleza está formada por dos torres de origen musulmán asentadas sobre dos peñascos próximos, y por la muralla y foso de origen celtíbero.
Los restos de la muralla ciclópea más importantes conservados son un tramo de unos 20 metros de longitud, con sillares que pueden superar las 2 toneladas de peso. También quedan restos en, al menos, tres zonas del lado suroeste que, aunque con una fuerte pendiente, no constituye una muralla natural como el lado noreste, donde no hay restos de muralla, probablemente porque el escarpe rocoso natural no la hizo necesaria.
La anchura media de la muralla es de unos 2 metros. La cara exterior está formada por grandes bloques de caliza y la zona interior por piedras de menor tamaño asentadas con barro. Los bloques exteriores presentan hacia el foso una cara más plana y más irregular hacia el interior.
El foso presenta una anchura media de 9 metros, unos 20 de longitud y una profundidad difícil de determinar por la erosión de los flancos y el relleno del fondo.
La torre que da al norte está rodeada por el foso y la muralla ciclópea de origen celtíbero. Esta torre fue reutilizada como palomar hasta tiempos recientes.
La torre que da al sur conecta visualmente con la antigua fortaleza medieval de Cubel y con el cabezo donde se alzó el castillo de Abanto. Junto a ella se construyó, quizá en época medieval, la ermita de Santa Catalina, también en ruinas.
Se encuentra en estado de ruina.
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MonumentalNet agradece la colaboración de Luis Puey Vílchez
Fecha de última modificación: 20/07/2019
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