Antigua ermita con una compleja historia constructiva, actualmente en proceso de restauración para recuperar su función original.
La Ermita de Nuestra Señora del Castillo se encuentra en la plaza Mayor o de la Catedral de la localidad de Hinojosa del Duque, provincia de Córdoba.
La ermita debe su advocación a Nuestra Señora del Castillo, aunque no se han encontrado evidencias de la existencia de un castillo en la zona ni de un traslado de la imagen titular desde otra ermita. Actualmente, no posee culto y se encuentra en proceso de restauración con el objetivo de devolverle su uso religioso. La construcción de la iglesia se remonta al siglo XIV, mientras que la capilla mayor se añadió en los siglos XV y XVI. Posteriormente, entre los siglos XVII y XVIII, se ejecutó el camarín alto y las modificaciones exteriores.
La iglesia consta de una sola nave dividida en tres tramos, cubierta por una bóveda barroca con lunetos y arcos fajones. Estos arcos, de forma apuntada y construidos en piedra, podrían ser restos de una iglesia primitiva, ya que parecen embutidos en la bóveda actual. En el siglo XVI, se añadió la capilla mayor, que consiste en un cuerpo cuadrado cubierto con bóveda de crucería de terceletes. En el siglo XVII, se incorporó un camarín de dos plantas, cuya arquitectura sigue el estilo de la iglesia de San Francisco de Fuente Obejuna. La planta inferior, que probablemente funcionaba como sacristía, hoy alberga un establecimiento comercial, mientras que la planta superior es el camarín propiamente dicho. La conexión entre el camarín y la iglesia se realiza mediante un gran arco, que enfrenta un amplio ventanal. El exterior de la ermita ha sufrido muchas modificaciones, destacando la adición de dos grandes ventanas en la fachada principal y una construcción adosada de dos plantas junto a la capilla mayor. El camarín, hecho de sillería, presenta un interesante diseño en el que el muro semicircular de la exedra incluye una moldura en la mitad y una cornisa sostenida por modillones. La cubierta del camarín incluye un juego de volúmenes y está coronada por una esbelta linterna con cúpula ligeramente acampanada.
La ermita se encuentra en un estado de restauración. El exterior ha sido alterado significativamente, pero se espera que la restauración permita recuperar su función religiosa. La portada principal, realizada en granito en el siglo XVI, destaca por su diseño en dos cuerpos, con un arco de medio punto flanqueado por columnas de orden dórico y una espadaña de ladrillo con dos cuerpos y vanos de medio punto.
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Fecha de última modificación: 09/11/2024
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