Importante villa romana de época clásica, con necrópolis y excepcionales elementos escultóricos y decorativos únicos en la Península.
El Conjunto arqueológico El Ruedo se encuentra en la localidad de Almedinilla, provincia de Córdoba.
El yacimiento de El Ruedo, habitado entre el siglo I a.C. y el siglo V d.C., constituye uno de los ejemplos más completos de villa romana en la Península Ibérica, ofreciendo información única sobre la vida rural y los cambios arquitectónicos, sociales y religiosos que ocurrieron en Hispania durante la antigüedad clásica. La villa, estructurada en varias fases, muestra el paso de un asentamiento agrícola primitivo a una construcción compleja con espacios de lujo y decoración avanzada.
Junto a la villa se halló una necrópolis, ubicada en la sierra de los Judíos, al noroeste de la villa, a unos 700 metros de altitud. Esta necrópolis, fechada entre los siglos III y VII, contiene enterramientos sin cajas funerarias, con ajuares simples, y muestra dos fases de uso. En una primera etapa, las tumbas fueron excavadas directamente sobre la roca, mientras que en etapas posteriores se reutilizaron áreas con nuevas tumbas excavadas en tierra o sobre antiguas. Se han identificado cubiertas de tégulas y losas de caliza y pizarra en estas tumbas, con formas rectangulares y esquinas redondeadas, propias de la época.
La villa está compuesta por dos áreas diferenciadas: la pars urbana, destinada a la residencia y la vida de lujo, y la pars rustica, que conserva parte de las áreas de explotación agrícola y espacios industriales. La pars urbana se estructura en torno a un peristilo helenístico que se conserva en muy buen estado, con un patio central rodeado de columnas de piedra caliza. Este patio está rodeado de habitaciones decoradas con frescos y mosaicos policromados, y a lo largo de las fases constructivas, especialmente en la fase III, se llevaron a cabo reformas para adaptar la villa a las necesidades de los propietarios y a los estilos imperantes en Roma.
En la fase I, datada en el siglo I a.C., la villa tenía un carácter agrícola básico, con muros de piedras irregulares y argamasa de barro. La fase II, en el siglo II, introdujo el peristilo con una galería de columnas y nuevas áreas agrícolas y de producción en el sector oriental. En la fase III, a finales del siglo III y durante el siglo IV, se realizó la ampliación más importante, que incluyó el ninfeo, el hipocausto, un stibadium, y la cisterna decorada con mosaicos y frescos que adornan las habitaciones alrededor del patio.
Entre los espacios más relevantes destaca la habitación XVII, accesible a través de una puerta tripartita, y decorada con mármol en las paredes y mosaicos polícromos en el suelo. En una fase posterior, se añadió un ninfeo al norte de esta habitación, con un depósito de agua revestido en opus signinum, flanqueado por columnas de mármol de Cabra y decorado con frescos. También se construyó un stibadium semicircular en la estancia XVII, con tuberías de plomo que conectan el ninfeo con una fuente central. Los espacios orientales y occidentales conservan restos de mosaicos, frescos y mampostería; en el oeste, el hipocausto está conectado a un posible praefurnium en el espacio LXVI. Al este del peristilo, un área destinada a la producción incluye piletas y canalizaciones, además de un horno de pan, con estructuras que reflejan el uso continuo de la villa durante cinco siglos.
El área industrial de la pars rustica conserva también restos de un hogar y un horno de pan, y en sus mosaicos se hallan ejemplos de opus tessellatum, con 17 mosaicos geométricos de tonos policromados. Las esculturas encontradas incluyen una figura de Perseo y Andrómeda, una escultura juvenil de Télefos y una figura en bronce de Hypnos o Somnus, todas de gran valor artístico y únicas en su clase en la región ibérica, reflejando la importancia cultural y religiosa del lugar.
El yacimiento arqueológico de El Ruedo ha sido objeto de varias restauraciones y excavaciones que han permitido recuperar su estructura y conservar sus elementos decorativos. La villa, accesible para visitas, permite una apreciación detallada de la vida rural romana, con áreas conservadas como el hipocausto, la cisterna y los espacios decorados, lo que convierte a este conjunto en una referencia esencial para la arqueología de la Hispania romana.
Inscrito como Bien de Interés Cultural (BIC) bajo la tipología de Zona Arqueológica, publicado en el BOJA el 18/10/2005, número 203, pagina 44.
El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Ramón Sobrino Torrens
Fecha de última modificación: 27/10/2024
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