El Centro Histórico de Guarromán se encuentra en la localidad del mismo nombre, provincia de Jaén, en el área de Las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, creado a partir del proyecto colonizador impulsado por Carlos III y Pablo de Olavide en el siglo XVIII.
El municipio de Guarromán se originó durante la colonización impulsada por Carlos III, careciendo de núcleos poblacionales previos a esta época, aunque sí se hallaron restos de asentamientos mineros y agropecuarios de épocas anteriores. Ya en el II milenio a.C., la minería era una actividad clave en la región, especialmente en las estribaciones de Sierra Morena, donde se localizan yacimientos como el de Arroyo Argamasilla. La llegada de los romanos trajo el desarrollo de explotaciones agropecuarias que sustentaban las actividades mineras.
La caída del Imperio Romano y la llegada de los godos en el siglo V marcaron el declive de la minería. Durante la dominación árabe, se encontraron monedas y se repobló la Venta de Guadarromán, uno de los elementos más antiguos de la zona. Sin embargo, la fundación oficial de Guarromán se remonta a 1767, como parte del proyecto ilustrado de Las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, destinado a colonizar territorios y asegurar la ruta de Madrid a Cádiz. Los primeros colonos, principalmente de origen alemán, fueron traídos por Thürrieguel y asentados bajo la dirección de Pablo de Olavide. A pesar de las dificultades iniciales, la colonización prosperó, con los colonos recibiendo tierras y recursos para establecer una comunidad agrícola autosuficiente.
En 1835, con la supresión del Fuero de las Nuevas Poblaciones, Guarromán se integró en el sistema municipal. El resurgimiento de la minería en el último cuarto del siglo XVIII y su auge a mediados del siglo XIX marcaron un segundo período de esplendor, aunque este declinó con el cierre de las minas en el siglo XX, siendo reemplazada la minería por la agricultura como principal actividad económica. El siglo XX trajo desafíos, como la guerra civil y la crisis, pero a partir de la segunda mitad del siglo, Guarromán experimentó una recuperación industrial y demográfica.
El diseño urbanístico de Guarromán es fruto de la planificación ilustrada, con un trazado ortogonal típico de las Nuevas Poblaciones. Las calles amplias y rectilíneas reflejan el deseo de orden y funcionalidad de los ilustrados, facilitando la comunicación y el acceso. El centro urbano se articula en torno a la Plaza de la Constitución, un espacio significativo que ha mantenido su relevancia a lo largo de los siglos. Las viviendas conservan elementos característicos del siglo XVIII, con fachadas de cal y tejados de teja árabe, destacando algunas casas de mayor porte con influencias neoclásicas.
En los alrededores, aún se pueden observar vestigios del patrimonio minero, como antiguas instalaciones y restos de explotaciones, testigos de la intensa actividad minera que caracterizó a la región en el pasado. Los elementos arquitectónicos y urbanísticos de Guarromán son un reflejo de su historia como asentamiento planificado, combinando la estética ilustrada con la funcionalidad agrícola e industrial.
El estado de conservación de Guarromán es adecuado, con gran parte de su trazado y arquitectura original preservados. Los espacios públicos, como la Plaza de la Constitución, siguen siendo puntos de encuentro social, mientras que las viviendas han sido adaptadas a las necesidades modernas sin perder su esencia histórica. Aunque la actividad minera ha desaparecido, los vestigios que se conservan enriquecen el patrimonio de la localidad y destacan la importancia de su pasado como centro de colonización y desarrollo industrial.
Inscrito como Bien de Interés Cultural (BIC) bajo la tipología de Conjunto histórico, publicado en el BOJA el 19/10/2012, número 205, pagina 11.
El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).
Fecha de última modificación: 07/10/2014
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