Castillo de Comiols en Comiols, Lérida/Lleida

Situación

Las ruinas del Castillo de Comiols se asientan sobre una estrecha plataforma rocosa en el pueblo abandonado de Comiols y la sierra del mismo nombre, en el término municipal de Artesa de Segre, en la comarca de La Noguera de la provincia de Lérida.

Se puede llegar desde la localidad de Ponts por la carretera C-1412B en dirección Tremp. En el kilómetro 28, antes de alcanzar el puerto de Comiols, hay que girar al ver el indicativo "Comiols". A unos 400 metros, y antes de llegar a una masía, se puede ver un cartel en el que se lee "Poble Vell de Comiols" (Pueblo viejo). Unos 500 metros más adelante la pista se bifurca, en la misma bifurcación se puede dejar el coche y continuar a pie por un cómodo camino a la derecha en ligero descenso entre el bosque, que lleva en media hora larga a las ruinas. Al llegar, lo primero que se ve es la imponente torre. Cuando se pasa por debajo de ella en dirección sur y andando en paralelo a la formación rocosa, se percibe un estrecho sendero a la izquierda en ascenso que va serpenteando y que al final permite el acceso hasta la base de la torre por un paso en la roca en menos de 5 minutos. Otra opción es continuar por el camino, sobrepasar el extremo sur del conjunto y continuar por sendero evidente ascendente que lo rodea por la derecha (este) y finalmente acceder al interior del conjunto por el lado izquierda de la iglesia, por un muy estrecho paso.

Historia

Parece tratarse de una construcción de siglo XI, documentada en esta misma centuria que aparece mencionada en 1071, cuando el legendario caballero del condado de Urgel, Arnaldo Mir de Tost, al final de su vida, deja en su testamento el castillo de Comiols entre otras posesiones a Guerau Ponç.

La función del castillo, además de la proteger el pueblo, era la de vigilar el paso del collado de Comiols y establecer comunicación con los castillos hermanos cristianos cercanos de la zona, para asegurar el control del territorio.

En 1093 el sacerdote Bernat dona a la iglesia del cercano castillo de Montmagastre, la de San Miguel, una viña y otras pertenencias situadas cerca de Comiols. Pedro II de Aragón en 1278 restituye a Ermengol X como conde de Urgel a cambio de que este jurara fidelidad a la Corona y entregara terrenos y algunos castillos, entre los que se encontraba el de Comiols.

El lugar pertenecía en 1328 al condado de Urgel y vizcondado de Ager, En el primer tercio del siglo XVII era de Don Francisco de Vilalba.

Se conoce que en el bosque de Comiols se produjeron operaciones militares durante las guerras carlistas del siglo XIX.

Cuenta la tradición que el castillo de Comiols fue construido en uno de los bosques mas grandes y espesos del territorio catalán. Según una leyenda, el señor de Comiols tenia una hija de piel muy blanca que cuando le daba mucho el sol hacia que se le oscureciera. Entonces el padre decidió acudir a una bruja muy famosa para que su hija siguiera manteniendo el color blanco de su piel. La bruja le pidió al señor tres onzas de oro y, a cambio, ésta le entregó tres semillas que debía plantar en sus tierras. La bruja aseguró que, si hacia aquello, surgiría un bosque tan espeso y grande que seria muy complicado de atravesar y que, tal seria su espesor, que entre sus árboles no se sabría si era de día o de noche. Y así fue. De hecho el bosque sí existió en realidad, pero fue talado en gran parte finales del siglo XIX.

Descripción

Se trata de un extraordinario conjunto compuesto por un poblado y un castillo asentados sobre una alargada y estrecha formación rocosa, en altura, con potentes escarpes al este y oeste, de más de 10 metros de desnivel en algunos puntos, lo que garantizaba la seguridad en estas partes y orientada de norte a sur, de más de 100 metros de longitud y anchura variable de unos 20 metros máximo en la parte sur. El extremo sur del conjunto, vulnerable, estaba cerrado a modo de muralla por la iglesia del poblado, cumpliendo clara función defensiva en este caso. A medida que se avanza hacia el norte, entre las ruinas del poblado, con el imponente barranco a ambos lados, la roca se va estrechando, llegando hasta los 4 escasos metros en algunos tramos, por lo que hay que ir con precaución. A unos 100 al norte de la iglesia se emplazaba el castillo.

Como resto más significativo del castillo, queda en el borde del precipicio una torre en ruinas de planta circular, que alcanza hoy 6 ó 7 metros de altura, un diámetro interior de unos 4 metros y un grosor de muro de 1,5 etros. La puerta de acceso, como era común, se practicó en altura, en la parte suroeste; se aprecian restos. También se distinguen algunas aspilleras en los muros. No se puede acceder a su interior. La torre presenta fábrica de sillarejo y por el sistema constructivo puede datarse en el siglo XI.

En las inmediaciones de la torre pudieran quedar restos de la muralla del castillo que coincidirían con restos de muros de las construcciones ruinosas del poblado.

Casi todo el conjunto está en ruinas, excepto la iglesia románica de San Román, que se encuentra en muy buen estado.

Estado de conservación

Se encuentra en estado de ruina progresiva, tanto el castillo como el pueblo deshabitado.

Protección

El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Alrededores

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