Comunidad: Andalucía |
Provincia: Jaén
Municipio: Jaén |
Localidad: Jaén
Código: J-CAS-041
Monumentos arqueológicos: Zonas y áreas con restos antiguos, como herramientas, cerámicas, construcciones, fósiles.
Monumentos militares: Castillos y fortalezas medievales con funciones militares y residenciales.
El castillo de Otiñar se alza sobre un cerro localizado al sureste de la ciudad de Jaén, junto al antiguo camino de Granada, en las cercanías de la abandonada aldea de Otiñar. El elemento más característico de este recinto es su torreón principal, que alcanza los 20 metros de altura y 6 de lado. Posee además varias estancias cubiertas de bóveda ojival y cuenta con torreones defensivos y algunos aljibes.
El Castillo de Otiñar se alza sobre un cerro situado a unos 13 kilómetros al sureste de la ciudad de Jaén, junto al antiguo camino de Granada, al lado del despoblado de Otiñar, antigua aldea situada hoy día dentro de la finca denominada Hacienda Santa Cristina.
Se puede llegar saliendo de Jaén por carretera en dirección a Puente de la Reina y, una vez en esta localidad, coger el desvío señalizado hacia Otiñar, que en unos 5 kilómetros nos acerca al lugar. Una vez allí, y a pie, se puede llegar al recinto en unos 15 minutos bordeando el cerro por su lado derecho, al principio por un desfiladero, y después cogiendo una senda cuesta arriba a la izquierda que llega hasta las ruinas.
Durante la dominación musulmana de la zona, surgió un núcleo rural en las cercanías del actual castillo de Otiñar. En 1228 el rey de Castilla Fernando III, en sus campañas por tierras musulmanas de Jaén, alcanza un lugar conocido por las crónicas como Atorimar (posiblemente Otiñar). Según cuenta la documentación, el rey Santo y sus tropas lo devastan y siguen su marcha.
Después de la caída de la Jaén musulmana, reconquistada a los moros por el Fernando III en 1246, se construye un castillo en las inmediaciones de la aldea de Otiñar, posiblemente sobre las ruinas de una fortificación de origen musulmán.
El castillo tuvo su importancia, pues se situaba en posición estratégica, muy cerca de la frontera con el reino nazarí de Granada, vigilando el camino de Granada. Por este motivo se convertiría en una pieza clave del sistema defensivo sur de la Jaén cristiana y de la frontera castellana con tierras musulmanas nazaríes.
El castillo de Otiñar se comunicaba visualmente con la cercana fortificación de la Torre Bermeja. En caso de conflicto en la frontera, la fortificación de Otiñar avisaría a través de esta fortificación, que tenía contacto visual con el Alcázar de Jaén.
En el siglo XIV, surgiría un núcleo de población al amparo del castillo, al que se le dotó de alcaldía, y contaba con una iglesia.
A medida que la reconquista cristiana iba avanzando por tierras más meridionales de la península, y después de la caída definitiva de la Granada nazarí en 1492, el castillo, ya perdida su función militar, se iría abandonando poco a poco.
El cerro sobre el que se asienta el castillo presenta una escarpada e inaccesible pared en la ladera que da al camino.
El elemento más característico de este recinto es su torreón principal, que alcanza los 20 metros de altura y 6 de lado. Posee varias estancias cubiertas de bóveda ojival y cuenta con torreones defensivos y algunos aljibes. Está construido con mampostería y sillería.
En sus alrededores, se conservan restos de la antigua villa medieval de Otiñar.
Su estado es de avanzada y progresiva ruina.
Bien protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Juan Diego Cano Cavanillas, Juan Carlos Fernández López, Juan Diego Cano Cavanillas, Luis Puey Vílchez