El Rollo de justicia de Desojo se encuentra al borde de la carretera, a la entrada de la villa, por Sansol, a la localidad de Desojo, provincia de Navarra.
Hoy denominamos rollo o picota a un mismo monumento, pero existe una diferencia conceptual.
La picota era el poste en que se exponían a los malhechores a la vergüenza pública o se les castigaba. La pena de exhibición en la picota la encontramos en el libro de Las Partidas del rey Alfonso X el sabio, en el siglo XIII.
El rollo, representa la categoría administrativa del lugar. Marcaba el límite territorial y algunas veces, era un monumento conmemorativo de la concesión del título de villa. El rollo indicaba en un principio que el lugar tenía justicia propia, pero luego empezó a hacer funciones de picota, como lugar de castigo y exposición de reos, acabando ambos nombres por designar el mismo objeto público.
El monumento de Desojo era penal (las marcas de las cadenas así lo atestiguan). En él recibían castigo los maleantes, falsificadores, prostitutas, etc.... pero no los nobles o eclesiásticos, por lo que se convirtió en símbolo de opresión del pueblo. Esta situación persistió hasta el Código Penal de 1822, donde pasó a la justicia real.
En 1665 reinaba Felipe IV y siendo en Navarra Virrey el duque de San Germán, para conseguir dinero se le ocurrió vender la jurisdicción civil y criminal a varios pueblos, entre ellos estaba Desojo que pagó 8.000 reales. Así la población adquirió la autorización real para tener jurisdicción y poder erigir el monumento.
Un decreto de las Cortes de Cádiz del 26 de mayo de 1813 ordenó la demolición de todos los signos de vasallaje y muchos de estos símbolos desaparecieron o fueron paulatinamente retirados. El de Desojo, en 1960, al encontrarse en un cruce de caminos y estorbar a los carros, algunos vecinos sugirieron su retirada, pero esto no se llegó a efectuar. En 1970 estaba comida por la vegetación y las piedras de la base sueltas. En el año 2000 la Fundación Príncipe de Viana realizó una restauración completa, que es como la podemos contemplar en la actualidad.
Lo que al principio sería un poste de madera es hoy una esbelta columna de piedra sobre una base de 4 gradas, la más grande de 3,5 metros de lado y la más pequeña de 1,3 metros. De ésta última sale la base cuadrada y sobre ella el fuste formado por cuatro piedras cilíndricas con un perímetro de casi 1,5 metros, donde se sujetaban las cadenas (aún se notan las marcas), y altura de 2,40 metros. El capitel es de cuatro brazos salientes en cruz, a modo de gárgolas, y coronando un remate de 57 centímetros.
El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Eduardo Argote Fraile
Fecha de última modificación: 02/03/2024
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