Iglesia de Santa Catalina en Fregenal de la Sierra, Badajoz

Situación

La Iglesia de Santa Catalina se encuentra en la Plaza del Llano de Santa Catalina de la localidad de Fregenal de la Sierra, provincia de Badajoz.

Historia

La parroquia de Santa Catalina aparece nombrada por primera vez en los padrones de 1426, dando fe de que en el primer tercio del siglo XV existía una primitiva iglesia, de menores dimensiones que la actual, aunque es muy posible que a finales de ese mismo siglo se construyeran las tres naves que hoy vemos y la cubierta de alfarje mudéjar.

Descripción

Arquitectura

Su estructura es muy diferente a la de las otras dos parroquias de la localidad. Es un edificio levantado a base de ladrillo y mampostería reforzada con sillares.

La fachada principal, que es la de los pies, va ganando altura por medio de varios cuerpos, que culminan en el primer y único cuerpo de la torre que queda. Esta torre estaba rematada originalmente por un templete, que fue destruido por una descarga eléctrica en 1933.

La portada de esta fachada es adintelada, construida a base de granito con tres grandes bloques monolíticos, coronada por un frontón de líneas onduladas, abierto en su parte superior para alojar un vano rectangular, sobre el que se encuentra una pequeña cornisa, también ondulada y un óculo.

Este movimiento de líneas permite datarla en el siglo XVIII, más concretamente en 1727, según documentación existente, que la define como obra de ampliación del acceso al templo.

Del mismo período es el acceso del lado del Evangelio, realizado como el anterior con bloques de granito, destacando un artístico frontón partido, escoltado por unas volutas de remate. Esta portada se superpuso a la anterior que abre en un arco apuntado y que ha sido recuperada recientemente, tras las obras de rehabilitación que ha llevado a cabo en el templo la Escuela Taller.

La planta del edificio se estructura en tres naves, capilla mayor, capilla de la Virgen de la Salud (lado del Evangelio), capillas laterales (lado de la Epístola), sacristía y coro alto a los pies.

Las naves están separadas entre sí por cuatro pares de pilares de granito de sección octogonal y capiteles adornados con pequeñas bolas, sobre los que se voltean seis arcos formeros apuntados de ladrillo en su color, proporcionando un bello contraste entre el blanco de los muros, el rojo del ladrillo y el gris del granito.

Las naves están cubiertas por una techumbre de alfarje mudéjar, de artesa con tirantes en la nave central y paños inclinados en las laterales. Está adornada con estrellas de ocho puntas alternando con figuras rectangulares. Destaca también el artesonado del coro, del siglo XV.

La Capilla Mayor, casi cuadrada, está cubierta con bóveda de arista, iluminada con linterna. El frontal de esta capilla fue recubierto con sillería de granito, ocultando un pequeño camarín en el que se veneraba el motivo principal del desaparecido retablo.

La primitiva capilla debió tener una bóveda nervada, según los vestigios que quedan, como algunas ménsulas de granito que debieron servir de apoyo y arranque de las nervaduras.

En el lado de la Epístola se abren cuatro capillas que se comunican con la nave por medio de arcos apoyados sobre gruesos pilares. Tres de ellas tienen bóvedas nervadas, siendo los nervios de ladrillo en su color y la cuarta cuenta con bóveda de cañón con un cuarto de casquete esférico en un extremo; su superficie está dividida en casetones.

La Capilla de la Virgen de la Salud es del siglo XVIII, de estilo barroco, está dotada de camarín y tanto uno como otra están cubiertos con cúpula con linterna.

Retablos y obras escultóricas

El interior del templo está decorado con varios retablos de pequeño tamaño, la mayoría carecen de valor artístico, pudiendo resaltar únicamente el retablo de la Capilla de la Virgen de la Salud, de mediados del siglo XVIII.

En cambio, en lo tocante a las obras escultóricas, éstas son excelentes y de gran valor, destacando las que a continuación se relacionan:

La Virgen con el Niño: Obra de Mercadante De Bretaña del siglo XV. Terracota policromada que representa a la Virgen de pie, con el Niño sobre el brazo izquierdo. Lleva túnica blanca con cinturón, formando suaves pliegues y manto azul. El Niño viste túnica roja.
La Piedad: Obra, como la anterior de Mercadante De Bretaña, siglo XV, terracota policromada que representa a la Virgen sentada con Cristo muerto en su regazo. La Virgen, con el rostro triste y la mirada baja, viste túnica y manto que le cubre la cabeza. La figura de Cristo, muerto, muestra una gran rigidez en la posición y en el modelado de su cuerpo. El sudario, muy ceñido, está rematado con pliegues totalmente rectos.
Cristo del Perdón: Talla en madera policromada del siglo XVIII, procedente del clausurado Convento de Santa Clara.
San José: Talla en madera del siglo XVIII, realizada en Badajoz.
El Señor atado a la columna: Talla en madera policromada del siglo XVIII.

Cabe destacar además la existencia de dos pilas de agua bendita situadas una a cada lado de la entrada al templo, para las que se han aprovechado dos capiteles procedentes del yacimiento de Nertóbriga.

Pinturas

Son de resaltar las interesantes y originales pinturas que se encuentran en la bóveda de la primera capilla del lado de la Epístola. Como quedó dicho antes, la bóveda es de cañón y divide su superficie en casetones, en cada uno de los cuales existe una pintura, formando una serie de cincuenta y seis retratos, más siete dibujos en la fila central.

Son retratos de Apóstoles, Santos y Papas, llevando la mayoría el nombre y sus atributos iconográficos. Son pinturas a la grisalla en tonos claros (blancos, negros y grises), que pueden ser fechadas en el siglo XVI.

Otras piezas de interés son:

La venida del Espíritu Santo a los Apóstoles: Se representa a la Virgen rodeada de los Apóstoles. Las figuras se colocan en tres planos en profundidad, más un cuarto destinado al fondo arquitectónico. Está sin catalogar, pero tradicionalmente se atribuye a Juan Estrada.
Ánimas: Es el típico cuadro de esta temática. En el centro vemos a un santo franciscano como intercesor de los hombres, representados por siete bustos en actitud implorante. Le acompañan La Paloma, Jesucristo y El Padre Eterno.

Orfebrería

Todas las piezas de orfebrería que se conservan en esta parroquia son de plata y corresponden a varias épocas:

Cálices: Del siglo XVI existen tres y otro del XIX, de procedencia cordobesa, realizado por Antonio Ruiz de León, hijo.
Custodia: Del siglo XVII, realizada en plata sobredorada con aplicaciones de esmaltes nielados.
Custodia: Del siglo XVIII, elaborada en Zafra por Alonso Rangel Caballero en el año 1725, siguiendo el modelo de la que se conserva en la parroquia de Santa Ana.
Copón: Del siglo XVIII, elaborado en Badajoz.
Sagrario: De 1954, obra del platero sevillano Marmolejo, encuadrado en las tendencias neobarrocas de este siglo.

Protección

El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).