La Iglesia del Convento de Nuestra Señora de Gracia se localiza en el número 1 de la calle Descalzos de la ciudad Sevilla.
El que fuera templo del Convento de los Trinitarios Descalzos, cuyos restos quedan camuflados hoy por las construcciones añadidas que lo rodean, es probablemente una de las iglesias menos conocida de Sevilla. En el convento, que ocupaba toda la manzana delimitada por las actuales calles Alhóndiga, Dormitorio y Descalzos, se instaló la orden en 1610 y la iglesia fue realizada por el arquitecto Juan de Segarra en el año 1625, siendo dedicados convento y templo a la advocación de Nuestra Señora de Gracia.
Durante la Guerra de la Independencia el convento fue exclaustrado, sufriendo destrozos y resultando expoliado. Tras la retirada de las tropas francesas de Andalucía, 1812, la orden volvió y lo remozó. En 1835, Desamortización de Mendizábal, se procedió de nuevo a la exclaustración del convento, su fachada fue derribada y el edificio se utilizó como cuartel de la Compañía de Migueletes.
Posteriormente se vendió, convirtiéndose parte de éste en fábrica de telas y parte en casa de vecinos. Ya en el siglo XX el convento fue taller de carruajes y almacén de droguería.
Los remates de la torre del templo, el único elemento que queda visible (desde la Plaza Cristo de Burgos) de todo el edificio, recuerdan a los pináculos de las antiguas puertas de Sevilla, aunque la tradición asigna su diseño a un lego ruso que al levantar la torre en 1768 la coronó en forma de bulbo rememorando los templos de su tierra. Otro detalle constructivo de la torre es que, al levantarse, en las cuatro caras de su campanario el prior hizo colocar sendos azulejos con las letras M, J, C y T, iniciales de las cuatro puertas principales que, orientadas hacia los cuatro puntos cardinales, daban acceso a la ciudad: Macarena, Jerez, Carmona y Triana. Las calles que delimitaban el convento conducían a estas puertas.
La iglesia del convento de Nuestra Señora de Gracia mantuvo el culto entre 1835 y la Revolución de 1868, fecha en la que se desmanteló y pasó a ser sede del Club Popular Café de Emperadores. Después de 1835 y de 1868, altares, imágenes, rejas, elementos y objetos de culto pasaron a distintas parroquias locales y de la provincia.
En las dos últimas décadas del siglo XX nuevas construcciones encajonan lo que queda de la iglesia (dos tramos, la portada lateral y la torre) y un incendio afecta al coro y a su estructura. En 1999, tras la restauración de la torre y las cubiertas, se inauguran la capilla y la casa-hermandad. Recientemente ha pasado por una segunda fase de restauración.
Desde 1979 el edificio es propiedad de la Hermandad del Santísimo Cristo de Burgos.
El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Luis Carlos Gargallo Martínez
Fecha de última modificación: 14/07/2024
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