Rico patrimonio histórico desde el Neolítico, destacando su castillo islámico y la explotación minera de la Sierra Morena.
El Centro Histórico de Baños de la Encina se encuentra en la localidad del mismo nombre, provincia de Jaén, enmarcado por la Sierra Morena y rodeado de un paisaje de olivares que ha marcado su historia y economía.
Los primeros testimonios en el entorno de Baños de la Encina datan del Neolítico, con pinturas rupestres al norte del término municipal. Durante la Edad del Cobre, el asentamiento del Tambor se desarrolló como centro metalúrgico entre Sierra Morena y la Depresión, vinculado a la demanda de metales de las sociedades de las Campiñas Orientales del Alto Guadalquivir.
En la Edad del Bronce, la explotación de yacimientos de cobre y bronce se intensificó, asociada a la Cultura Argárica, y continuó hasta la época cartaginesa. La organización territorial se estructuró en torno a tres grandes poblados fortificados sobre el valle del Rumblar. Sin embargo, entre el final del II milenio a.C. y el siglo III a.C., la zona sufrió un despoblamiento progresivo.
A partir del siglo III a.C., hubo una revitalización minera centrada en Cástulo. En la segunda mitad del siglo I d.C., el emperador romano asumió el control de las concesiones metalúrgicas, construyendo recintos fortificados sobre antiguos asentamientos, como en el Castillo de Baños. Sin embargo, tras el año 80 d.C., este sistema colapsó y la población se trasladó a los valles, desarrollando una economía agraria.
Durante la Edad Media, la agricultura impulsó el crecimiento urbano de Baños, que adoptó una trama islámica. En el año 968, el califa Al-Hakam II ordenó la construcción del Castillo de Burgalimar, sobre un espolón que domina el río Guarromán. Este castillo se convirtió en un símbolo de la ciudad y resistió múltiples intentos de conquista por los castellanos, hasta que Fernando III la incorporó a la Corona de Castilla en 1225. Posteriormente, Felipe IV le concedió el título de Villa en 1626.
En 1767, con el proyecto de Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, el término de Baños se redujo, y las sucesivas desamortizaciones del siglo XIX afectaron a su patrimonio municipal y eclesiástico.
El Centro Histórico de Baños de la Encina conserva una estructura urbana islámica con callejuelas estrechas y sinuosas. El Castillo de Burgalimar, construido en 968, es una fortaleza califal con catorce torres y una robusta muralla de tapial. El recinto destaca por su excepcional conservación y dominio visual sobre el entorno. Además, los restos romanos incluyen una villa en la ermita de la Virgen de la Encina, con una necrópolis y un conjunto termal que data del siglo II, reflejando la importancia de la zona durante la época imperial.
Otros elementos relevantes del centro histórico son sus fuentes y pozos naturales, testimonio de la riqueza hídrica que ha sustentado la economía agraria desde tiempos antiguos. Las sucesivas transformaciones urbanas, desde la dominación islámica hasta el Barroco, se reflejan en las iglesias, ermitas y plazas del casco antiguo, configurando un rico patrimonio arquitectónico.
El estado de conservación del Castillo de Burgalimar es notable, habiendo sido restaurado para mantener su estructura original. Las obras han garantizado la estabilidad de las torres y la muralla, siendo uno de los castillos islámicos mejor conservados de Europa. El centro histórico ha sido objeto de diversas intervenciones para preservar su patrimonio urbano y facilitar el acceso a los visitantes, aunque algunos elementos, como los restos romanos, presentan un grado de deterioro que requiere atención arqueológica continua.
Inscrito como Bien de Interés Cultural (BIC) bajo la tipología de Conjunto histórico, publicado en el BOJA el 15/03/2011, número 52, pagina 70.
El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).
Fecha de última modificación: 22/06/2013
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