La Basílica de San Gregorio Ostiense se levanta sobre una colina próxima a la localidad de Sorlada, a 20 kilómetros al suroeste de Estella, en la provincia de Navarra.
A pesar de que la primitiva iglesia fue construida en honor a San Gregorio obispo de Ostia tras el descubrimiento del sepulcro del santo en el siglo XIII, las reformas posteriores han creado un templo de extraordinarias proporciones.
Desde finales del XVII y durante buena parte del XVIII se elevó la actual basílica. En la primera fase se levantaron la nave, la portada y la torre. Del último cuarto de siglo XVIII, en el periodo rococó, son el crucero y la cabecera con el camarín. Hacia 1831 se procedió a la reforma decorativa de la nave en estilo neoclásico y a la elevación del coro de los pies.
En el exterior presenta sólidos muros de sillería y contrafuertes en el lado del Evangelio, con una espectacular portada situada en el muro de la Epístola.
Posee estructura absidial, presenta dos cuerpos de columnas salomónicas y está rematada por un cuarto de esfera. A ambos lados, las hornacinas del primer cuerpo alojan las esculturas de San Pedro y San Pablo, y en el segundo, centrada la imagen de San Gregorio Ostiense. En los paños laterales de este cuerpo se aprecian dos relieves alusivos a la historia del santo.
En el interior, las pinturas murales muestran a San Gregorio luchando contra una plaga que tuvo lugar en la comarca en el siglo XI. Lo más destacable es la cabecera de estructura trebolada, que aparece rematada por una monumental cúpula octogonal de estilo rococó que corona el crucero y que da al presbiterio una iluminación escenográfica.
La razón de ser el santuario de San Gregorio Ostiense es la propia reliquia del santo, su cráneo, que se conserva bajo un rico forro de chapa de plata.
Centra la leyenda cómo San Gregorio, monje benedictino del siglo XI, libró a Navarra de una plaga de langosta que la asolaba. Sepultado en la basílica, pronto se convirtió en protector contra la langosta, el pulgón y otros insectos. De ahí la tradición de pasear la reliquia por múltiples localidades y pasar agua por la cabeza para posteriormente echarla sobre el campo con el fin de asegurar una buena cosecha.
En el exterior se conserva una pequeña construcción con cuatro pilares esquineros y cerrada por tres de sus lados por sendos arcos de ladrillo y techada a cuatro aguas. En su interior hay un pequeño altar orientado al horizonte; bien podría haberse usado como conjuradero contra tempestades y granizos.
El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Eduardo Argote Fraile
Fecha de última modificación: 07/04/2024
La información de este sitio web ha sido recopilada de diversas fuentes. Es posible que no esté actualizada, sea incompleta o contenga errores. El usuario es el único responsable del uso que realice de ella. Si encuentra algún error, tiene información adicional, es autor de fotografías, artículos, etc. sobre este tema, puede colaborar contactando por correo electrónico.